PASO 3. Los costos y el mercado
A poco más de un mes de la entrega parcial del Complejo Siderúrgico del Mutún, esperamos expectantes las primeras tres mil toneladas de acero de construcción prometidas, al parecer tenemos que esperar sentados, pues a la fecha no hay ni una barra de acero en el mercado y por como van las cosas, la espera da para largo.
La obtención de un producto de calidad, a buen costo y que permita generar recursos suficientes para cubrir el capital de inversión (capex) y el capital de operación (opex), depende de varios factores considerando principalmente dos actores fundamentales que podemos definirlos como el productor y el mercado.
Antes de analizar cuales son los factores que dependen de cada actor, es importante conocer el contexto de la industria siderúrgica a la que estamos ingresando como país.
En principio, es importante destacar que la industria del acero se basa en economías de escala, lo que significa que los márgenes de utilidad son pequeños, pero se vuelven más atractivos cuando los volúmenes de producción son altos.
A nivel mundial China es el principal productor de aceros de todo tipo, según la Asociación Mundial del Acero su producción promedio anual sobrepasa los mil millones de toneladas, que son suficientes para cubrir su demanda local y exportar el remanente a todo el mundo pues es bien sabido que los productos que ofertan tienen precios bajos debido a la magnitud de producción y a la economía de escala propiamente dicha.
Por otro lado, en Sudamérica tenemos un panorama llamativo respecto a la industria siderúrgica, de acuerdo a la Asociación Mundial del Acero, Brasil es el principal productor de la región con un promedio superior a los treinta millones de toneladas por año, seguido por Argentina con aproximadamente cuatro millones de toneladas anuales y Perú superando el millón y medio de toneladas por año, lo que significa que los volúmenes de producción en la región son muy superiores a las doscientas mil toneladas anuales proyectadas en el Mutún.
Por si no fuera poco, se debe considerar que el ingreso de productos de acero chino a Sudamérica ha tenido consecuencias devastadoras en algunos países, pues las industrias locales no fueron capaces de hacer competencia a los precios del gigante asiático, tal es el caso de la Siderúrgica Huachipato de Chile, una industria de setenta años, consolidada cuya capacidad era cuatro veces mayor que la nuestra, se vio obligada a cerrar operaciones como consecuencia de una brecha infranqueable de 40% en relación al precio del acero chino.
El mercado al que apunta el producto obtenido en el Mutún, se regirá principalmente por el tamaño de este, la cantidad de productores presentes, los productos que ofertan y el precio de comercialización; la siderúrgica nacional, apunta a cubrir el 50% de la demanda de barras corrugadas para construcción lo que limita su participación en el diversificado mercado del acero, en ese caso se enfrenta a industrias de larga tradición siderúrgica provenientes de Brasil y Perú, sin dejar de lado algunas industrias nacionales que ofrecen acero de construcción fabricado a partir de palanquillas importadas (acero prefabricado), todos estos productos cuentan con certificaciones de calidad que dan confiabilidad al producto respecto a su composición y propiedades mecánicas. Finalmente es este mercado el que rige el precio de los productos y estos son los desafíos a los que deberá ajustarse la siderúrgica del Mutún.
Ahora analicemos los factores que dependen del productor, la siderúrgica del Mutún, fue implementada con un costo de inversión aproximado de 590 millones de dólares, que deben ser amortizados pues provienen de un préstamo cuyas condiciones de pago no son de dominio público, a esto se debe incrementar los costos operativos, vale decir, extracción y procesamiento de materia prima, insumos, agua, gas (imprescindible) pues no existe energía eléctrica en la región y una de las plantas es una termoeléctrica que se encarga de proveer energía a todo el complejo, sobra decir que este tipo de energía es costosa, se suman además la planilla de alrededor de setecientos trabajadores, pago de regalías, transporte del producto a puntos de comercialización, mantenimiento de las plantas, etc.
En resumen, la siderúrgica del Mutún deberá hacer su estructura de costos considerando el pago del préstamo millonario y los costos operativos, ajustarlos a su producción real, alcanzar su punto de equilibrio y no superar el precio del mercado, eso sin dejar de lado la calidad del acero exigido por los consumidores, que no tiene que ver con el “mineral de alta ley” que menciona el gobierno, sino con los contenidos de fósforo y azufre que deben ser eliminados.
Lamentablemente, el panorama no es alentador, si no logran superar estos desafíos, el gobierno se verá en la necesidad de solventar los costos de esta industria y estaremos frente a un gigante con pies de barro que no logrará pararse solo.
Aleida Rolqueza es magíster en ciencias e ingeniera metalúrgica