PASO 1. El inicio de operaciones
En un momento en que Bolivia busca diversificar su economía, generar recursos y reducir la dependencia de la exportación de materias primas, el proyecto del Mutún se presentaba como una oportunidad para impulsar la industria siderúrgica nacional. Sin embargo, un análisis más detallado de los problemas técnicos y de gestión que enfrenta el proyecto revela una realidad más compleja y preocupante que la planteada por el gobierno.
El complejo industrial está constituido por siete plantas y emplazadas en el Mutún aproximadamente a 20 Km de Puerto Suarez, en el Departamento de Santa Cruz. Estas plantas se diseñaron para producir acero a partir de mineral de hierro por el proceso de reducción directa. Sin embargo, la planta destinada para la obtención de hierro reducido o DRI (Direct reduction iron) por sus siglas en inglés aun no inicia operaciones, lo que posiblemente no representaría un problema si no fuera que esta se constituye en el corazón del proceso.
El gobierno hizo entrega parcial del complejo anunciando la puesta en marcha de seis de las plantas para la producción de acero, haciendo un trueque de pellets de mineral de hierro por arrabio (“hierro sucio”) con una empresa de Brasil, vale decir que la materia prima con la que se pretende arrancar la producción seria el arrabio, lo que no queda claro es el sustento técnico para esta decisión, pues el proceso de reducción directa utilizado en la planta de Mutún es incompatible con el proceso de producción de arrabio en el alto horno. Esto se debe a que el combustible utilizado en la reducción directa es el gas natural reformado, mientras que en el alto horno se utiliza coque (Carbón mineral), lo que provoca que las concentraciones de carbono presentes en el arrabio sean altas y en el hierro reducido sean menores, lo que hace improbable intercambiar tecnologías entre ambos procesos en la acería para la obtención final de acero normalizado que dará lugar a los productos finales.
La incompatibilidad de procesos es solo uno de los problemas que enfrenta el proyecto, quedan además varias cuestionantes de origen técnico, económico y ambiental que deben ser abordados y aclarados por la Empresa Siderúrgica del Mutún, entre estas se puede mencionar la reducción de los altos contenidos de fosforo y azufre en el mineral (dañinos para el acero), costos de producción de del complejo, certificación de calidad de los productos, el análisis de riesgos de mercado, la falta de transparencia, la inseguridad del suministro de gas y agua, impactos ambientales también son cuestiones que deben ser abordadas de manera urgente.
La inversión de 590 millones de dólares en el proyecto del Mutún es significativa, pero si no se abordan los problemas técnicos y de gestión, es posible que no se generen los resultados esperados. «La población merece saber la verdad sobre el proyecto del Mutún y su viabilidad».
Aleida Rolqueza es magíster en ciencias e ingeniera metalúrgica