Entre 2016 y 2021, las inundaciones, tormentas, sequías e incendios, todos ellos desastres relacionados con el cambio climático, provocaron el desplazamiento de 43,1 millones de niños en 44 países, según un informe de Unicef publicado el jueves. La organización pide a los jefes de Estado que aborden esta cuestión en la COP28
Inundaciones, tormentas, sequías… Los desastres alimentados por el cambio climático han provocado el desplazamiento de 43,1 millones de niños entre 2016 y 2021, y esto es solo «la punta del iceberg», advirtió este jueves 5 de octubre Unicef, que lamenta la falta de atención a estas víctimas «invisibles».
En este informe, la agencia de la ONU relata el trauma de Juana, que tenía 9 años en 2020 cuando el pueblo donde vivía en Guatemala quedó sumergido por las aguas tras los huracanes Eta e Iota. O la historia de las jóvenes hermanas Mia y Maia, que vieron cómo las llamas destruían su casa móvil en California. «Nos llevamos nuestras pertenencias en la autopista, donde vivimos durante semanas», cuenta Abdul Azim, un niño sudanés cuyo pueblo se inundó en agosto de 2022 y al que sólo se podía llegar en barco.
Las estadísticas sobre desplazamientos internos vinculados a desastres climáticos no suelen tener en cuenta la edad, pero Unicef ha estado trabajando con la ONG Internal Displacement Monitoring Center para desglosar los datos y garantizar que los niños dejen de ser «invisibles».
Calentamiento global
Entre 2016 y 2021, cuatro tipos de catástrofes climáticas (inundaciones, tormentas, sequías, incendios), cuya frecuencia e intensidad aumentan con el calentamiento global, causaron 43,1 millones de desplazamientos de niños en 44 países, el 95% de ellos vinculados a inundaciones y tormentas, según el informe.
«Eso equivale a unos 20.000 desplazamientos de niños al día», declaró a AFP Laura Healy, una de las autoras, quien señaló que estos menores están expuestos a múltiples riesgos, desde la posible separación de sus familias hasta las redes de tráfico de niños.
Estos datos contabilizan formalmente el número de desplazamientos infantiles y no el número de niños desplazados, ya que un mismo niño puede ser desplazado varias veces. No distinguen entre evacuaciones previas y desplazamientos posteriores al fenómeno meteorológico. Y subestiman «radicalmente» los desplazamientos relacionados con la sequía, que se producen más lentamente y, por tanto, son más difíciles de controlar, y no incluyen las migraciones.
«Esto es sólo la punta del iceberg, según los datos disponibles. La realidad es que con el impacto del cambio climático y un mejor seguimiento de los desplazamientos por fenómenos meteorológicos más lentos, el número de niños desarraigados va a ser mucho mayor», insiste Laura Healy.
«Demasiado lento»
El informe presenta proyecciones muy parciales para algunos acontecimientos concretos. Sólo las inundaciones provocadas por el desbordamiento de ríos podrían desplazar a 96 millones de niños en los próximos 30 años, los vientos ciclónicos a 10,3 millones y la inmersión marina causada por tormentas a 7,2 millones. Estas cifras no incluyen las evacuaciones preventivas.
«Para aquellos que se ven obligados a huir, el miedo y las repercusiones de tales desastres pueden ser especialmente devastadores, con la preocupación de si alguna vez podrán volver a casa o a la escuela, o si se verán obligados a marcharse de nuevo», afirmó la directora de Unicef, Catherine Russell, en un comunicado.
«Puede que el desplazamiento les haya salvado la vida, pero es un cambio muy desestabilizador», añadió. «Tenemos las herramientas y los conocimientos para responder a este creciente desafío para los niños, pero nos estamos moviendo con demasiada lentitud».
Unicef hace un llamamiento a los líderes mundiales para que aborden esta cuestión en la conferencia sobre el clima COP28 que se celebrará en Dubai dentro de unas semanas. Tenemos que preparar a estos niños, incluidos los que ya están desarraigados, «para vivir en un mundo en el que el clima ha cambiado», subraya Laura Healy.
Aunque el creciente impacto del cambio climático se deja sentir en todas partes, el informe señala con el dedo algunas zonas especialmente vulnerables. Filipinas, India y China son los países más afectados en cifras absolutas (casi 23 millones de niños desplazados en 6 años), debido a su gran población, su situación geográfica, pero también a los planes preventivos de evacuación.
Pero si nos fijamos en la proporción de niños desplazados, la imagen pone de manifiesto la vulnerabilidad de África y de las islas menores. Dominica ha visto desplazarse al 76% de sus niños en 6 años, Cuba y San Martín a más del 30%, Vanuatu al 25%, Filipinas al 23%.
France 24