Durante la firma del convenio de estudio para la exploración de gas no convencional y las propias perspectivas de las operaciones concernientes a la exploración y explotación de hidrocarburos en áreas protegidas, como Tariquía, el presidente Evo afirmó convenidamente que con la tecnología actual hay varias formas de “cuidar” el medioambiente. “Claro, es nuestra obligación cuidar el medioambiente, a la Madre Tierra, y ahora con la tecnología hay tantas formas de cómo cuidar el medioambiente” (Véase “Gobierno anuncia inversiones de gas y petróleo”, en:
El presidente Evo también reprochó que “algunas” personas y/o grupúsculos se opongan neciamente a las operaciones hidrocarburíferas en el territorio patrio, de las cuales –dijo- los únicos afectados (por el rechazo) son las comunidades, por no beneficiarse del desarrollo. “(Algunos dicen) ‘no vamos a permitir exploración’, ¿a quiénes estamos perjudicando?, no es a mí, sino al pueblo y a las comunidades” (Ibíd.).
El gas metano se filtra a través de las grietas de las fallas artificiales hasta los acuíferos de los que se alimentan los pozos, los embalses, los lagos y los ríos. Así, pues, la técnica del fracking contamina los acuíferos, tanto que, aun cuando las explosiones se realizan en el subsuelo, las napas de agua siempre terminan contaminadas. Para ampliar y profundizar la información acerca de los pavorosos efectos de las filtraciones sugiero leer: “Bolivia: El corazón fracturado de la tierra” en: http://www.opsur.org.ar/blog/2018/04/19/el-corazon-fracturado-de-la-tierra/
Y para las/os que tengan más interés y tiempo les aconsejo ver el documental: “La guerra del fracking” de Pino Solanas en:
Para terminar conviene afirmar que el fracking causa daños irreversibles porque es una técnica de explotación intensiva de la tierra, que la estalla en el subsuelo y la devasta en la superficie. Constituye por ende un “crimen (no sólo un delito) medioambiental”, un riesgo inminente en Bolivia y una ofensa absoluta al discurso del gobierno sobre la Madre Tierra.