El ex ministro de Minería y Metalurgia, José Pimentel, ante la posible venta de las propiedades de Glencore en el país, dijo que según el contrato suscrito entre la Sociedad Illapa (Glencore) y la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), no se podría hacer ninguna transferencia sin consentimiento de esta última.
“En el caso de Bolívar y Porco, según contrato no se puede hacer ninguna transferencia, a no ser que haya un consentimiento de las partes, según lo establece el contrato, lo que significa que COMIBOL esté de acuerdo, hecho que debe ser comprobado”, aseveró la ex autoridad.
Pimentel observa que la invitación lanzada por la transnacional Glencore, ofertando sus propiedades, estaría fechada en noviembre de 2020, días posteriores a la asunción de mandato de Luis Arce, como presidente del país, lo que implica -en versión de la exautoridad- que, de existir una autorización de la COMIBOL, a favor de la transnacional, esta fue tramitada y aprobada durante el gobierno de Jeanine Añez.
“La convocatoria o invitación está fechada en noviembre de 2020, es decir pocos días después de la posesión del presidente Luis Arce, y si hay algún consentimiento de la COMIBOL, debería ser anterior a esta convocatoria; ahí surge la gran consulta: ¿el gobierno de Añez autorizó la transferencia de los derechos del contrato de Illapa con COMIBOL?”, señaló a RimayPampa.
Arbitraje pendiente
En versión de la ex autoridad, esta eventual transferencia, no debería incidir en el actual arbitraje que inició Glencore contra el Estado boliviano por la reversión de sus derechos en la metalúrgica Vinto y la mina de Colquiri.
“Es un problema muy separado. De todos modos, hay que ver qué tipo de contrato hace con el nuevo concesionario, para ver si el juicio es derivado para competencia de quien se adjudique estas ventas, o Glencore va seguir el juicio separadamente de estos contratos”, declaró.
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Cambio de fecha en el contrato de Porco y Bolívar
La ex autoridad recordó que, en diciembre de 2013, se alertó de un cambio en la fecha del contrato suscrito entre Illapa (Sinchi Wayra – Glencore) y la COMIBOL, que registraba como año de inicio el 2012 en lugar de 2011. Este cambio afectaba al Estado boliviano causando una pérdida de 20 millones de dólares.
Pimentel señaló que el contrato suscrito fue aprobado en las instancias del directorio de la COMIBOL, la Asamblea Legislativa Plurinacional y promulgada por el exvicepresidente Álvaro García Linera, pero, las observaciones de orden retroactivo, no fueron subsanadas lo que inviabilizó la aplicación plena del contrato.
“El contrato está firmado, aunque mereció cierta observación de miembros del directorio de la COMIBOL, que han inviabilizado su ejecución plena (…) Esto fue observado por el propio vicepresidente Álvaro García en el acto de promulgación de la ley como: “problema a ser solucionado”, que lamentablemente no pudo ser solucionado”, aseveró
El ex ministro aseguro que durante la gestión del Movimiento Al Socialismo (MAS) el contrato con Illapa, para operar Bolívar y Porco, no se puso en vigencia, por la observación de fecha de inicio del contrato, lo que derivó en que la estatal minera no pueda llevar adelante las auditorías externas.
“Hubo modificación de fechas a la iniciación de la fecha de contrato, que imposibilitaba el carácter retroactivo de algunos beneficios que COMIBOL debería recibir; sin embargo, había otros artículos que ratificaban estos beneficios de carácter retroactivo, por lo cual el contrato nunca se puso en vigencia en la gestión del MAS, dado que no había manera de hacer las auditorías externas”, informó Pimentel.
El pasado 21 de abril, el portal ingles Open Democracy, alertó la posibilidad que, la transnacional Glencore busca vender varios de sus activos en Sudamérica, incluyendo sus operaciones en Bolivia, entre ellas Porco y Bolívar administradas por Sinchi Wayra e Illapa.
La afirmación de Open Democracy, se basa en la publicación realizada el 3 de marzo de este año, en el sitio Fastmarkets, donde se asevera que la transnacional puso a la venta sus minas de zinc y plata en Sudamérica.
La oferta de las minas bolivianas de zinc, que opera Sinchi Wayra, ingresa en el “Paquete cinturón plateado” que ofrece Glencore.
La participación de Glencore en Bolivia, a través de la empresa Sinchi Wayra y la Sociedad Illapa, maneja un total de cuatro minas (Bolívar, Porco, Colquechaquita y Reserva), tres plantas concentradoras (Bolívar, Porco y Don Diego) y un proyecto de exploración (Soracaya).