Periodista

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Parménides explicó, en su tiempo, el origen del mundo con un brillante razonamiento: el ser es, el no ser no es. Esta contundencia lógica es ideal para desarrollar una tipología de los seres engendrados por la comunicación y los medios, y definir el ser periodista en estos días destinados a recordar y celebrar el Día Mundial de la Libertad de Expresión y el simbólico 10 de mayo.
Periodista.- Este ser es (existe) sólo cuando produce información, es como una antorcha que sólo es lo que es cuando arde y alumbra; pues, cuando no es fuente de fuego es un palo inerme y vacuo.
El periodista es independiente y deja de ser cuando acepta ser sometido por un “patrón esclavizador” o por sus propias ambiciones, intereses y egoísmos personales. Es cuando asume la verdad y la convierte en una filosofía de vida para demostrar la inhumanidad en la que viven millones de personas. Deja de ser cuando se convierte en el siervo o “ser cautivo” de los opulentos y coadyuva a reproducir en los medios de comunicación el arma más letal de la violencia: la mentira. El periodista es, el no periodista no es.
Es cuando en sus venas culturales circula con naturaleza la democracia como un modo de vida y el pluralismo como una filosofía de existencia política; deja de ser cuando excluye al otro o el pensamiento de ese otro; deja de ser cuando con arrogancia pueril retira la confianza a su compañero de trabajo, desde su eventual jefatura, sólo porque piensa diferente en la construcción de la noticia. El periodista es, el no periodista no es.
El ser es periodista cuando se blinda moralmente ante la amenaza o la tentación del poder por el poder, por convicción y militancia su organismo político-biológico rechaza cualquier sometimiento a un jefe político; es periodista cuando se alimenta de la misma fuente de todo poder: la comunidad. Deja de ser cuando su rebeldía sucumbe ante las sombras del poder, deja de ser cuando es hamacado o acunado por grupos oligárquicos o privilegiados; deja de ser cuando alquila, hipoteca o vende su pluma al mejor postor.
Es el ser que concibe el periodismo como un desafío a la inteligencia; es el ser que vigila el mundo las 24 horas para visibilizar a los seres invisibles.
Comunicador.- Este ser es el pre o el post del periodista; es la cara desconocida que la muestra cuando se dedica a estudiar los fenómenos comunicacionales; es el ser que estudia con envidia al periodista porque no puede hacer lo que él hace cada día; a veces es la reclusión de los que fracasaron como periodistas; y otra veces es el complemento nuclear del periodista, quien se desdobla y estudia a sí mismo con distancia crítica.
Relacionista público.- Este ser deja de ser periodista, pues, por definición sólo difunde la información que favorece a su jefe de turno, a la empresa de la cual debe cuidar su imagen; deja de ser periodista porque esconde una parte de la verdad y casi imposible que sea otra vez lo que era porque perdió un elemento básico: la credibilidad. Nace a la como periodista y muere como vocero.
El periodista es, el no periodista no es. Es periodista quien asume la libertad de expresión no como un privilegio suyo, sino como un destino que conduce a la justicia para amplificar las voces no escuchadas, las realidades no vistas y devolver el futuro a los seres que apenas viven el presente. Es periodista porque cada día hace de la humanidad una gran noticia. Mi admiración a ellas y ellos.

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