Sin ánimo de ofender
Doña Purísima Catilipo
Bolivia es pobre porque los gringos pendejos nos robaron nuestros recursos naturales desde el origen de los tiempos y lo hicieron (siempre/siempre) con la ayuda cómplice y miserable de los bolivianos traidores. Mieeeer que me da rabia, hermana.
Y claro, si nosotros somos pobres de solemnidad por causa de aquello, pues está claro que los gringos pendejos, son riquísimos a plenitud por la misma razón. Oye es lógico ¿no? Qué tal fórmula. Bella. Ellos ricos porque nosotros pobres. Y nosotros pobres porque ellos ricos. ¿A que si? Cuadra bien ¿no?
En fin. Da un alivio orgasmal conocer ese secreto. Es como mear de pie y en el jardín después de aguantarse toda la misa. Qué miércoles. Un alivio verdadero, uno de esos que te dicen al oído y en plan intimista, como en susurro que arropa la verdad revelada: “no te preocupes chiquilina, tu pobreza no sólo que tiene solución inmediata, sino que además, tiene culpable… y no eres tú cariño, es la cabrona hija de puta de la vecina guapa”.
Ajá. Y es entonces cuando todo, por fin, tiene sentido. Y tiene explicación. La vecina guapa, esa malnacida pedante, es la única y absoluta culpable de mi miseria (y de mi fealdad). Y además, toda la humillación que he venido sufriendo en silencio por tanto tiempo y toda la culpabilidad que me ha venido azotando desde que nací, tiene ya absolución: porque -dios mío-, mi pobreza ya no es mía y no tiene nada que ver conmigo ni con mi mamá. Pero ahí no para la cosa.
Porque si todas esas buenas noticas fueran poco, ahora finalmente, sabemos ya y para siempre que nuestra tragedia terrible de ser pobres a rabiar, tiene por fin una solución definitiva: la solución -camaradas- es matar a la jodida de la vecina. Matarla ya. Sin que nos tiemble el pulso. Y luego, poner su cabeza sangrante en una lanza, justo a la entrada del pueblo. Donde se vea bien y donde todos/todos al cabo de 5 días de calor, capten su hedor. Y será entonces cuando, aleluya, saldré de la pobreza y volveré digna y pura al paraíso perdido. Qué alivio carajo. Qué días de gloria.
¿Y si es al revés? ¿Y si Bolivia es pobre porque se ha pasado la vida atascada en el juego de ser nacionalista, socialista y de darse a la caza del gringo pendejo y de sus cómplices, los bolivianos traidores?
¿Cómo será no?
Pues en la historia universal la cosa es más o menos fácil: desde Atenas y por lo general, son ricos los que hicieron libre producción y comercio y son pobres y frustrados los que hicieron religión, mito y fantasía. Por ejemplo, los que hicieron nacionalismo y socialismo. Perdonen la alusión, nazis.
