PIEB
«Sean del partido que sean, las mujeres candidatas coinciden en que aún su participación política se enfrenta a un trato discriminatorio»; esa es la primera de varias conclusiones emanadas de una sistematización del discurso de las candidatas a las elecciones de 2019.
La coincidencia converge en varios aspectos, explica la comunicadora e investigadora Martha Paz, quien escribió el artículo Las demandas políticas de las mujeres, dentro del libro Pensares, decires y sentires electorales, recientemente presentado por el Instituto de Investigaciones Socio Económicas “José Ortiz Mercado” de la UAGRM con trabajos que toman como eje de investigación las elecciones de octubre de 2019, cuyos resultados fueron posteriormente anulados. Paz explica que su trabajo consistió en sistematizar el discurso de las candidatas participantes en dos foros previos a esos comicios, el primero organizado por la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM) y el segundo, por la Casa de la Mujer.
Participación, violencia, empoderamiento…
Las intervenciones de las candidatas fueron transcritas y el discurso de cada una fue clasificado mediante la identificación de frases significativas. En esta clasificación se trabajó sobre grandes temas: la participación política de las mujeres, la violencia contra las mujeres, la despatriarcalización de la sociedad, el acceso a la salud gratuita y presupuesto para la salud, y el empoderamiento de las mujeres.
“Un punto nodal de las intervenciones fue la participación política de las mujeres, ellas mencionan que en pleno siglo XXI se sienten discriminadas en el ámbito político, aunque existen avances. Seguir la política sin miedo, se hacían un autollamado para no ser títeres en la Asamblea Legislativa, salía en la discusión que los hombres no las tomaban en cuenta”, explicó Paz.
En este punto no existen diferencias entre las militantes de los partidos en carrera electoral en ese momento. La discriminación de las mujeres parece ser un rasgo de las organizaciones políticas en general, aunque puedan existir diferencias internas.
Paz explica que, aunque han pasado décadas desde la presión y lobby de las mujeres para aplicar una Ley de Cuotas en los años 90, lo cual ha permeado el resto de normas de representación política en el país, en el ejercicio diario de la política las militantes pueden ver la dificultad de ejercer su papel dentro de una organización política.
La violencia
Otro aspecto identificado en la sistematización es la violencia contra las mujeres en la sociedad boliviana, donde la Ley 348 ha ingresado para contener esas situaciones. Si bien las candidatas del Movimiento Al Socialismo, partido en gobierno en los últimos 14 años, destacan el papel de la norma, para todas las representantes se ha mostrado insuficiente. Un análisis de las candidatas sobre el sistema de justicia expuso el problema de la prevalencia de una visión machista en esa estructura, junto a una participación menor de las mujeres en puestos de jueces, fiscales, defensoras, etc.
“En 2019, las candidatas a diputadas y senadoras manifiestan estar muy preocupadas por los altos índices de violencia contra las mujeres y, más aún, por el tratamiento que la justicia brinda a esos casos”, dice Paz.
En otros temas polémicos como su posición sobre el aborto, por ejemplo, Paz relata que existe una postura para expresar una idea políticamente correcta más que para demostrar su verdadera posición al respecto. “Para cumplir con un discurso que ya es internacional, ellos (candidatos y candidatas) dicen que ‘sí hay que legalizar el aborto, para que la mujer decida sobre su propio cuerpo… Yo lo que noto es que lo dicen para cumplir con un discurso que se está instalando a nivel internacional, pero cuando se les pregunta usted qué piensa sobre eso, ellos dicen ‘no, yo estoy por la vida’. Me parece interesante porque eso muestra que en Bolivia somos una sociedad conservadora, religiosa, sociedad que tenemos ciertos valores de los que no nos podemos desprender y eso provoca esta ambigüedad”, explicó Paz.
En todos los casos analizados, explica Martha Paz, las candidatas propusieron que tanto en la ejecución de la Ley 348 como en la gratuidad de la salud, pasando por las políticas de despatriarcalización y el empoderamiento de las mujeres, se necesita presupuesto para ejecutar políticas públicas.