El Gobierno de Nicolás Maduro ha reprimido con dureza las manifestaciones masivas y espontáneas que se han registrado en todo el país en protesta por su reelección. Solo el lunes, el Foro Penal ha registrado 46 personas detenidas en las manifestaciones poselectorales. Entre el viernes, que se instalaron las mesas y el domingo de las votaciones, hubo otras 48 detenciones arbitrarias en todo el país. Este lunes se ha confirmado el asesinato de al menos dos personas durante las protestas, una en Yaracuy y otra en Zulia, esta última era un joven de 15 años. Además, hay informaciones sobre otros tres muertos sin confirmar y de varios heridos de bala en Carabobo.
Las fuerzas de seguridad han desplegado equipos antimotines, tanquetas y barreras para contener los manifestantes que, en algunos lugares, han destruido vallas con la propaganda de Maduro, y quemado y tumbado al menos cinco estatuas de Hugo Chávez en todo el país. En Caracas, la policía disparó bombas lacrimógenas y perdigones en la avenida Francisco de Miranda y en Caricuao. En la que parece ser una nueva oleada de protestas antigubernamentales, la cuarta durante el Gobierno de Maduro, nuevamente han actuado grupos de civiles armados pertenecientes a las fuerzas de choque aliadas del chavismo con la anuencia de los cuerpos de seguridad.
La ONG Provea denunció la desaparición de 25 estudiantes de la Universidad Experimental de la Seguridad, donde se forman todos los policías del país. El domingo se hizo viral un video en el que un grupo reclamaba a las autoridades que los estaban coaccionado para que votaran para por Maduro. Dos de ellos, confirmaron al final del día medios locales, están detenidos y se les está imputando delitos de traición a la patria e instigación al odio. Del resto todavía se desconoce el paradero.
Al final del día, Maduro habló nuevamente desde Miraflores y prometió cárcel para todos los que han provocado disturbios, mientras presentaba videos que circularon en las redes sociales. “Se han presentado ataques de violentos, hemos capturado en flagrancia a los que están llevando violencia a las calles. Están armados y drogados, confiesan que les están pagando, con órdenes precisas de donde atacar”, señaló. “Máxima movilización popular, a defender la paz, se los dije, llegó la hora”.
Florantonia Singer para El País