Andrés Gómez Vela
Gabriela Geraldine Zapata Montaño, de 37 años, se sentó el pasado lunes frente a los jueces del Tribunal Cuarto de Sentencia Penal de La Paz, ocho años después de que su exconcubino la denunciara por intentar suplantar al hijo de ambos por otro niño. Ocho años después, habló y dijo dos veces en su extensa declaración: “Tanto yo y mi compañero (Evo Morales) sabemos qué realmente ha sucedido (con nuestro hijo)”.
—¿Qué realmente ha sucedido?—interrogó uno de los abogados en la fase de preguntas del juicio oral por el delito de trata de personas que se instaló formalmente el pasado 16 de febrero.
En un primer momento, Gabriela Zapata se negó a responder a esa pregunta, según el audio del juicio oral al que tuvo acceso RimayPampa. Dijo que temía por su seguridad. Después de un breve intercambio de ideas, los jueces dijeron a Gabriela Zapata que debe responder.
—¿En poder de quién estaba el niño?—modificó su pregunta el abogado para lograr el mismo objetivo: conocer realmente que pasó con el niño E.F.M.Z, objeto del juicio y supuesta trata de personas.
—La verdad, mi vida corre peligro—dijo con miedo—Estaba en poder del progenitor—respondió.
—¿Desde cuándo está en poder del progenitor?—interrogó el abogado.
—Señores jueces, por mi seguridad, voy a limitarme a responder lo que yo pueda responder—intentó escudarse la acusada.
El abogado fundamentó otra vez que el objeto del juicio es trata y tráfico de personas y que por ello la acusada debe responder. El Tribunal debe conocer lo que ella misma dijo: que su expareja y ella saben lo que pasó con el hijo de ambos. Los jueces intercambiaron otra vez ideas y ordenaron a Gabriela Zapata responder:
—Desde que ha nacido el menor de edad ha estado en poder del progenitor; cuando yo me separo y me caso, no he vuelto a saber absolutamente nada.
—¿Cuándo fue la última vez que vio al niño?
—En octubre del 2009, y he presentado en pruebas igual, mi persona ha tenido un altercado, quería tomar al abogado Waldo Albarracín por este hecho que no lo voy a mencionar con amplitud por mi propia seguridad.
—¿Cuál fue el altercado que sucedió para que usted pudiera contratar al doctor Albarracín?—indagó el abogado.
—Una pelea con mi ex compañero a raíz de esta situación.
—¿Cuál situación? ¿qué tipo de pelea?
—Que se me había quitado al menor—respondió Gabriela Zapata.
—¿Cómo se lo quitó?
—Indicándome que lo iba a llevar él para hacerlo tratar.
—¿A dónde lo iba a llevar?
—Desconozco.
—¿De qué le quería hacer tratar? ¿Estaba enfermo?
—Sí, presentaba una enfermedad
—¿Qué enfermedad?
—Tenía una obstrucción en la válvula superior de la aurícula.
—El 2009, le quita el niño para llevárselo, usted se lo entrega ¿sí o no?.
—Yo nunca podía decidir por sí sola, señores jueces, yo tenía que acatar lo que se me decía.
— La primera vez, usted ha declarado que el niño existía, luego dijo que no existía ¿por qué?—indagó el legista.
—Yo no he declarado que el niño existía, me he referido ante los miembros del tribunal, según la declaración y acusación que tiene la fiscalía indicando supuestamente yo desde enero de 2016, mi persona habría referido que el niño ha existido y después que el niño habría muerto. Yo he aclarado de que la primera persona que ha declarado eso es mi excompañero. Después que se me ha detenido a mí en febrero todavía, recién se han dado declaraciones a medios de comunicación—desarrolló su respuesta Gabriela Zapata.
—¿Cuántas veces señaló que el niño no existía?.
—Yo no he señalado ese extremo, me he rehusado cuando me han pedido.
—¿Por qué señaló a ATB que el niño no existía?
—Se me ha obligado a decir que el niño no existía.
—Usted dijo que recibió amenazas para que diga que el niño no existía, ¿cuáles fueron las amenazas? ¿Cómo se le ha obligado?
—Que me iban a trasladar al penal de Cantumarca, primero; la opresión policial que estaba viviendo; el tema de mi hija y que iba a salir en libertad—describió Gabriela Zapata las amenazas.
—Entonces, negó a su hijo por presión policial—concluyó el abogado—y añadió: ¿Quién le amenazó para que no declare hoy?
—Personas cercanas al denunciante (Evo Morales).
—¿Quiénes son esas personas cercanas?
—No voy a declarar eso por mi propia seguridad. De verdad que me estoy exponiendo demasiado—replicó Zapata.
Tras estas revelaciones, los miembros del Tribunal Cuarto de Sentencia Penal de La Paz (dos juezas y un juez) interrogaron a Gabriela Zapata para hacer algunas precisiones y cerrar la fase de preguntas a la acusada.
—¿Cuánto tiempo ha estado en su poder el niño después de nacido?—interrogó una de las juezas.
—Yo lo veía. A mi hijo podía ver en ciertas ocasiones, ¿no? Él (Evo Morales) nunca ha vivido en un solo lugar. Vivíamos aquí en la(Av) 20 de octubre (de La Paz). A veces nos quedábamos en la Residencia (Presidencial), a veces en otras ciudades. Nunca era permanente la ciudad—dijo Zapata.
—¿Hasta qué edad lo ha visto?
—Hasta dos años y ocho meses.
—Eso quiere decir que la señora Pilar conoció al niño—dedujo la jueza.
—Ajá—asintió Gabriela Zapata—pero más chiquito.
María del Pilar Guzmán Campanini, otra de las acusadas en el presente juicio y conocida por haber asegurado que el hijo de Evo Morales y Gabriela Zapata estaba vivo, declaró en la misma audiencia que conoció al niño en la heladería “Dumbo” de Cochabamba, en noviembre de 2007. Contó que lo alzó en brazos porque Gabriela Zapata se lo dejó para ir al baño.
—¿Sabe actualmente qué ha pasado con este niño?—indagó la jueza.
—No.
—¿Le dijo alguien, alguna vez, que le menor habría fallecido?
—No
—¿Quién ha realizado el certificado de nacimiento (del niño)?
—En una oficialía de registro civil, mi compañero contacta para hacer el registro del niño. Lleva dos testigos: uno que era un compañero cocalero y otro que era su chofer. Él los ha puesto de testigos.
—¿Conoce los nombres de los testigos?
—Silvio García y Javier escalera. Eran militantes del MAS.
—Es decir que el niño existe—dedujo la jueza.
—Que el niño ha nacido, sí. Yo no le puedo decir que el niño existe porque nunca ha estado en mi poder, señora jueza. Sí ha existido el niño. Hasta los dos años y ocho meses yo he sabido de su existencia. Hasta cuando estaba conmigo.
—¿Existe el certificado de fallecido?
—Desconozco.
—Al momento que nació vivo su hijo, usted ¿lo ha registrado?
—No, el que hace todos los actos es mi ex compañero. Como madre he ido a firmar el certificado de alguna oficialía de registro civil. Los dos hemos ido como ha declarado la oficial de registro civil (foto principal de esta nota: documento de registro del niño).
—¿Sabe el nombre de la oficial de registro civil?
—Ibeth Egüez
—¿Cuándo lo han registrado?
—Unos meses después que ha nacido.
Según el certificado de nacimiento, el hijo de Evo Morales y Gabriela Zapata nació el 30 de abril de 2007 a las 11:30 de la mañana en la ciudad de La Paz.
El 3 de febrero de 2016, el periodista Carlos Valverde publica el certificado de nacimiento.
El viernes 5 de febrero de 2016, el entonces presidente de Bolivia Evo Morales dijo, en una rueda de prensa: «evidentemente a la Gabriela Zapata Montaño la conocí en 2005, la verdad que era mi pareja. El 2007 tuvimos un bebé y lamentablemente nuestra mala suerte ha fallecido, tuvimos algunos problemas y a partir de ese momento nos distanciamos».
Luego, demandó a su expareja por supuesta violencia psicológica contra su hijo. En octubre de 2016, Morales cambió su vesión: «Yo recién empecé a investigar. Soy sincero. No es que el niño ha muerto. No había habido el niño»
“Me sorprende mucho porque tanto yo y mi compañero sabemos qué realmente ha sucedido, señora juez”, dijo ocho años después Gabriela Zapata sobre este caso de tipo penal y clamó: «solicito que mi ex compañero venga aquí (al Tribunal) a comparecer y diga lo que realmente ha sucedido”.
Además de denunciante, Juan Evo Morales Ayma figura como testigo de descargo y será convocado por los jueces para declarar sobre lo que él y su expareja saben respecto a su hijo.