A 48 horas de las elecciones nacionales, la exasambleista departamental y activista cochabambina, Lizeth Beramendi, cuestionó duramente al gobernador cruceño Luis Fernando Camacho por llamar “delincuente masista” a Alejandro Almaraz, cuando —según recordó— en 2019 lo recibió en su casa para coordinar acciones contra el fraude electoral del gobierno de Evo Morales.
En su muro de facebook, Beramendi escribió este viernes que la memoria “es un deber” y la coherencia “una obligación” para cualquier líder político.
Recordó que en octubre de 2019, Camacho mantuvo reuniones con Almaraz, en representación de Cochabamba, para planificar la resistencia ciudadana contra el “fraude electoral de la dictadura evista”. Aquella coordinación, aseguró, fue “clave” para la derrota del gobierno de Morales en ese momento.
“Si realmente cree que él es un delincuente, ¿por qué lo recibió en su casa y planificó junto a él la resistencia del 2019?”, cuestionó la activista y advirtió que el cambio de discurso de Camacho mina la confianza y divide a quienes han luchado por la democracia y la libertad de los presos políticos.
Beramendi insinuó que el viraje de Camacho podría responder a la coyuntura electoral y su respaldo a la candidatura de Samuel Doria Medina. Además, sugirió que ahora busca mostrarse como “defensor de los intereses terratenientes”.
«Yo coordiné, yo hablé por teléfono con Luis Fernando para coordinar esa reunión. Él recibió a Alejandro en su casa a las 10 de la noche», declaró a RimayPampa.
Beramendi exhortó a Camacho a actuar con “coherencia, transparencia y respeto” y le recordó que “la historia y la verdad no se borran según la conveniencia del momento”.
