Esperemos: Soy del 25 % de postulantes a autoridades judiciales que no son funcionarios públicos. Yo no trabajé nunca en la administración pública o dependiente del presidente Evo Morales.
Primeramente, quiero agradecer a el C.C.E.J.B. a la Federación de Trabajadores Independientes por Cuenta Propia de la ciudad de El Alto, a la Federación de Estudiantes de Secundaria (FES), las organizaciones cívicas (no afines a la política) por respaldarme en este intento y postularme para el Consejo de la Magistratura.
Es evidente que se ha tomado de manera secundaria a este órgano judicial, concentrándose en la importancia que tiene el Tribunal Supremo de Justicia y el Tribunal Constitucional Plurinacional, dejando de lado al Consejo de la Magistratura. Sin embargo, quiero recalcar la importancia de este órgano, que, si bien no administra la justicia directamente, administra a sus funcionarios y solo a través de ella se puede eliminar la corrupción en el órgano judicial.
Se implementa una investigación y la fiscalización de vocales departamentales, a los jueces y demás funcionarios del estado, realizando una depuración paulatina de aquellos elementos que avergüenzan a la justicia en Bolivia y que están impunes aun fungiendo como autoridades corruptas. Para que casos como el célebre, Consorcio de jueces, que no se repita en nuestro país. Desarrollando una cultura de transparencia pública y meritocracia, que elimine la costumbre del padrinazgo que surge desde las facultades de derecho y se prolonga hasta en los altos estamentos de la administración de justicia.
En sí, planteó la depuración a través de la implementación de una cultura de transparencia pública con la intervención de la ciudadanía y exámenes de competencia orales y de forma pública.
Es evidente que mi formación académica no está dentro de lo que requiere un Consejo de la Magistratura, ya que soy constitucionalista y penalista con larga trayectoria profesional y sentido humano desde mis 16 años, he servido a la ciudadanía integrando y dirigiendo instituciones, sociales y cívicas. Cuento con los requisitos para el Tribunal Supremo de Justicia. Tengo 31 años y demás requisitos necesarios que seguro son interesantes.
Pero en Bolivia, urge no solo una reforma judicial profunda, sino una depuración absoluta en el Órgano Judicial.
Cuento con la voluntad y los requisitos necesarios, creo yo, para esta loable proeza, me enorgullece haber integrado la misma lista con el insigne Dr. Carlos Borth, constitucionalista, quien otrora fuera mi docente universitario. Se bien que no llegaré más adelante en esta postulación debido a la coyuntura política, pero que no se diga que profesionales capaces independientes no se comprometieron a servir al país con probidad e independencia que se presentaron en el tiempo oportuno de acuerdo a la convocatoria y no a la ampliación sugerida.
Es en este momento que esta elección paso de ser un instrumento serio a una chacota (desorden), falta en seriedad y poca legitimidad.
Algo para dato, solo existen las fotos de 299 postulantes, el resto hasta llegar al 492 fueron postulados por el aire, ¿por qué no hay registro de su postulación?
Una vez más usted como ciudadano tiene la palabra.
