El contexto preelectoral en Bolivia está marcado por una crisis multidimensional que se puede ver en las calles, en las largas filas de vehículos que esperan combustible, en las hileras de personas que quieren comprar algunos insumos que escasean, en las pugnas políticas que generan marchas, protestas, bloqueos y una polarización latente. Los bolivianos resisten cada embate y muchos encuentran una “esperanza” en las próximas elecciones generales, es por eso que es importante ejercer el derecho al voto y así decidir, entre todos, el futuro del país.
El informe “Del desencuentro a la crisis: Conflictividad política en Bolivia” que fue elaborado por la Fundación UNIR señala que esta “crisis multidimensional profunda” abarca lo político, económico, social y cultural que genera un escenario de alta “incertidumbre y riesgo” marcada, por ejemplo, por la caída de las Reservas Internacionales, la inflación creciente, la práctica política confrontacional, la desconfianza hacia sus instituciones, entre otros.
Ante esta situación, según el informe, existe una “esperanza generalizada” en estos comicios para “superar la crisis” a pesar de contar con un “sistema democrático debilitado”. “La historia de Bolivia muestra una capacidad de salir de la oscuridad y a ello ‘hay que apostar’”, indica el informe.
El voto como voz y conciencia
Para Juan Carlos Nuñez, director de la Fundación Jubileo, la democracia es el “mejor mecanismo de concertación entre Estado y sociedad” y que se fortalece a través de los procesos electorales buscando “de manera consciente a la mejor opción para el desarrollo” del país.
“El bien común es un tema central y es esa la forma en cómo nosotros podemos decidir las cosas, ejerciendo el derecho al voto”, enfatizó Núñez.
Si bien en Bolivia es obligatorio ir a votar desde los 18 años, es importante que el próximo 17 de agosto se ejerza este derecho de manera responsable e informada para decidir el camino conjunto en un ambiente democrático.
“Este es el camino ideal, la democracia, y que las salidas que podamos buscar tengan que ser pacíficas, de capacidad de diálogo entre todos nosotros y de concertación, creo que esos son los elementos centrales que están dentro de lo que es depositar el voto el día de las elecciones”, manifestó Nuñez.
El nivel de participación en las pasadas elecciones generales de 2020 alcanzó el 87 % y el ausentismo llegó al 13 %, de acuerdo a datos del Tribunal Supremo Electoral. Para estos comicios en los que se elegirá al presidente, vicepresidente y asambleístas están habilitados 7.937.138 bolivianos y se espera un índice de participación similar o mejor que el pasado proceso electoral.
Un voto responsable
A juicio de Gabriela Ugarte, coordinadora del Fondo de Pequeños Proyectos de la Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (UNITAS) y especializada en conflictos, el “voto” es la “voz” de la ciudadanía respecto a una situación y que en estos comicios en particular la decisión pasa por la intención de una búsqueda de soluciones a la crisis.
“Tenemos que tener una actitud responsable respecto a la decisión que se exprese en el voto y por lo tanto estar conscientes de que en esa decisión no tiene que primar las subjetividades, sino más bien, un criterio más objetivo, que no lleve al votante a decidir con rabia, sino siendo responsables al momento de informarse de las propuestas y de sus consecuencias”, explicó Ugarte.
Nuñez acotó que en los 43 años de vida democrática, el país no se había enfrentado a tal cantidad de “retos” como en la actualidad, ya que todos están siendo afectados por la crisis, la polarización, la incertidumbre que no debe direccionarse hacia la confrontación, sino a la unión para salir adelante.
“Hay que recorrer la historia para ver cómo de momentos difíciles hemos salido airosos hacia adelante (…) creo que hoy día más que nunca necesitamos ser una nación única con un bien superior, que es el bienestar de todos”, recalcó.
Es así que el voto es un acto de resistencia con el objetivo de ir hacia días mejores, no solo es elegir a un candidato, es no rendirse, es apostar por las propuestas y de decidir de forma pacífica el mejor camino para el país.
Ugarte sostuvo que es necesario conocer qué propuestas y patrones funcionaron en el pasado, para direccionar el futuro y también ser conscientes hacia donde no hay que volver, por eso es necesario la voluntad del ciudadano por conocer las propuestas de los candidatos.
Nuñez, por su parte, finalizó que es importante despojarse de la “indiferencia” y ser capaces de dialogar y escuchar para trazar soluciones.
“La mejor manera es ir a las elecciones y establecer un voto responsable, no indiferente, responsable, porque no solo nos estamos jugando nuestro futuro, sino el de nuestros hijos, el de nuestros nietos y por eso la importancia del voto”, enfatizó.
En este proceso electoral si los votantes cumplen con su parte y ejercen su derecho, también las instituciones deben encargarse de transparentar, fortalecer la credibilidad y la legitimidad de los resultados, para que así, ente todos se ejerza la democracia.
Sumando Voces