Mientras los ojos del mundo siguen la competencia deportiva de mayor envergadura internacional, otra competencia, para nada honorable, tiene a varios países de América Latina entre el top10. Se trata del ranking de deforestación, que año a año actualiza el observatorio Global Forest Watch, a la par que documenta cómo la cubierta terrestre va perdiendo cobertura forestal. En otras palabras: cómo cada vez las superficies de bosques nativos desaparecen en manos de los incendios forestales y el avance del agronegocio.

La mala noticia: Brasil, Bolivia, Paraguay y Argentina se encuentran entre los 15 países del mundo con mayor pérdida de cubierta arbórea. Les siguen Colombia, México y Perú, ahí nomás, con un lugar dentro del top20. Sólo un país de la región fue reconocido por “revertir el proceso de deforestación”, logro por el que recibirá financiamiento de parte del Fondo Monetario Internacional como parte de un programa de resiliencia y sostenibilidad.

Dueña de uno de los mayores bosques tropicales del mundo, América Latina avanza en esta triste tabla de posiciones.

Superficie de bosques en todo el planeta

Según el observatorio Global Forest Watch, en 2010 el mundo tenía 3.92Gha de cobertura forestal, la cual se extendía a lo largo del 30% de su área terrestre. En el 2021, esa superficie disminuyó a 25.3Mha, lo que significó una gran pérdida de cobertura verde. Los motivos de la deforestación, según esta misma fuente, fueron: los incendios forestales, la agricultura y otras actividades relacionadas con la extracción de materias primas (extractivismo).

Hay cinco países que cuentan con el 55% de superficie verde de todo el mundo. Son Rusia, Brasil, Canadá, Estados Unidos y República Democrática del Congo. Es conocida la situación de Brasil, que en los últimos años alcanzó niveles récord de pérdida de selva amazónica.

Qué pasa en la región

Entre los países que mayor cobertura arbórea perdieron en los últimos años están Brasil, en el segundo puesto del ranking mundial, y Bolivia, en el puesto número 10. Le sigue Paraguay, en el puesto número 11; Argentina, en el lugar número 13; Colombia y México, en el 17 y 18 respectivamente; y Perú que ocupa el puesto número 20. Esto quiere decir que entre los veinte países con mayor pérdida de bosques, siete son latinoamericanos.

Y las malas noticias no terminan ahí para la región. Según la FAO, si el ranking de pérdida de bosques se midiera según la tasa de deforestación (relación de hectáreas perdidas por año) Brasil se llevaría el primer puesto. México escalaría al tercer lugar, Argentina al sexto, Bolivia al séptimo y Perú ocuparía el puesto número 10. Esto quiere decir que en términos relativos, en cuanto a deforestación y pérdida de bosques nativos, América Latina está peor de lo que parece.

  • Brasil

El de Brasil es tal vez el caso que más seguimiento le da la prensa mundial por tener uno de los biomas más importantes a nivel planetario, la Amazonia. Los índices de deforestación escalaron escandalosamente durante los últimos años, en el gobierno de Jair Bolsonaro, y por este motivo muchos países paralizaron el envío de fondos con los que se financiaban programas de protección y reforestación (tras la victoria de Lula da Silva, Alemania y Noruega prometieron liberar automáticamente los recursos del Fondo Amazonia).

Según datos del sistema de vigilancia satelital DETER, del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), organismo oficial de Brasil, octubre fue el peor mes en cuanto a deforestación desde 2015. En este mes se perdieron casi 1.000 kilómetros cuadrados de la Amazonia brasileña, un 3% más que en octubre de 2021.

«El aumento de alertas de deforestación y de incendios era esperado, pero inclusive así los números de los primeros días de noviembre asustan, muestran una carrera desenfrenada por la devastación», denunciaron desde la ONG WWF-Brasil.

Durante el mandato de Bolsonaro, negacionista del cambio climático, la deforestación anual promedio en la Amazonia brasileña -principalmente causada por la tala para expandir la frontera agrícola- aumentó un 75% comparado con la década anterior.

La deforestación acumulada entre el 1° de enero y el 31 de octubre de este año representa el mayor valor de la serie histórica del sistema DETER, apuntó WWF-Brasil, con la destrucción de 9.494 kilómetros cuadrados.

  • Bolivia

Desde 2002 hasta 2021, Bolivia perdió 3.31 millones de hectáreas de bosque primario húmedo, lo que representa el 51% del total de su cobertura arbórea, según datos de Global Forest Watch.

El 2020 fue un año crítico en cuanto a la destrucción de reservas naturales en manos de incendios forestales. El año anterior, un decreto había autorizado las quemas controladas en bosques de Santa Cruz y la región amazónica de Beni. Estas quemas, también conocidas como “chaqueos”, se realizan para preparar los terrenos para el nuevo ciclo agrícola bajo una supuesta actividad “controlada”.

El aumento de los incendios forestales sobrepasó la capacidad de respuesta de los municipios por lo que el Gobierno tuvo que declarar la emergencia.

  • Paraguay

Según el observatorio de bosques, Paraguay perdió un 25% de superficie verde entre 2010 y 2020. Si bien el país firmó en la COP26 la Declaración de Líderes de Glasgow sobre bosques y uso de la tierra con el objetivo de detener y revertir la deforestación hacia 2030, la pérdida de bosques aumentó por segundo año consecutivo.

En la última década, el 93% de la pérdida de masa forestal de Paraguay se dio como consecuencia de la deforestación asociada a la extracción de materias primas.

  • Perú

Desde 2002 hasta 2021 Perú perdió 2.31 millones de hectáreas de bosque primario húmedo, lo que representa 65% de su superficie total de bosques.

Durante el año pasado, este país perdió cerca de 138.000 hectáreas de bosques amazónicos, casi un tercio menos de lo que había perdido en 2020, según información oficial divulgada por el Ministerio del Ambiente.

La coordinadora del Programa Bosques, Blanca Arce, explicó que estos datos muestran el retorno a la tendencia de deforestación registrada antes la pandemia surgida en 2020, y afirmó que «la pérdida de bosques sigue siendo un problema muy crítico en el país».

  • Colombia

Este país también tiene problemas serios en su porción de selva amazónica. Según la ONU, en Colombia hay al menos 142.000 hectáreas de narcocultivos, la mayoría de ellos sembrados sobre la Amazonia. En este sentido, el presidente Gustavo Petro señaló que la Amazonia está siendo víctima de la «adicción» de las potencias por la coca, el dinero, y por recursos naturales como el carbón y el petróleo.

«La selva se quema señores… Destruir la selva, el Amazonas, se convirtió en la consigna que siguen Estados y negociantes», dijo el mandatario, luego de asumir. «Decidieron hacer de una planta selvática amazónica un enemigo, extraditar y encarcelar a sus cultivadores, les invito a detener la guerra y a detener el desastre climático», añadió.

Entre 2018 y 2021 Colombia perdió por la deforestación una superficie de 7.018 km2, un poco más que la extensión de la ciudad brasileña de Sao Paulo, según la ONU.

El reclamo de las comunidades que viven en la selva amazónica

Mientras los países amazónicos registran el avance de la deforestación, los pueblos indígenas que viven en estas tierras -Perú, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Bolivia, Guyana, Guyana francesa y Surinam- denuncian que la situación es crítica, incluso para su supervivencia.

En la última cumbre de líderes indígenas realizada en Lima, Perú, afirmaron que la Amazonia se encuentra en “alerta roja”, con el 26% de su ecosistema destruido de manera irreversible. «Para nosotros anunciar que la Amazonia está contaminada y destruida en un 26% es una alarma muy grande», denunció Gregorio Mirabal, líder de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica).

«Los gobiernos han dicho que van a salvar la Amazonia, pero con estos números no están cumpliendo. Estamos superando los límites para que la Amazonia llegue al punto de no retorno», agregó el líder indígena. «La temperatura va a subir en dos grados si vamos a ese ritmo de deforestación», advirtieron desde Coica.

Según esta organización, hay unos 511 pueblos indígenas con 500 lenguas distintas, que transitan en las fronteras de los nueve países amazónicos.

El caso de Costa Rica

Calificada como un “pionero ambiental”, el trabajo de Costa Rica fue celebrado internacionalmente por lograr revertir la deforestación, en medio de múltiples vulnerabilidades climáticas. Por tal motivo, el Fondo Monetario Internacional aprobó una partida de 725 millones de dólares que se destinarán a apoyar la agenda climática de este país.

«Costa Rica es vulnerable a eventos climáticos, especialmente inundaciones y tormentas tropicales que dañan la infraestructura, pero también Costa Rica es un pionero en mitigación y conservación. Es un país que logró revertir el proceso de deforestación», celebró Manuela Goretti, jefa de la misión del FMI para Costa Rica.

Como parte de estos logros, desde el organismo destacaron que Costa Rica cuenta con casi la totalidad de su electricidad generada con fuentes limpias, una industria de ecoturismo y ecoproductos y mantiene en curso un proyecto para descarbonizar la economía.

Alejandra Hayon para Página 12