Agencias.- El Gobierno de Ecuador decidió retirarse de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) en respuesta a la compleja situación migratoria de Venezuela y ante la inacción de las autoridades de ese país para corregirla, dijo el canciller ecuatoriano José Valencia.
Ecuador “no continuará su participación dentro del ALBA”, dijo Valencia en una rueda de prensa en la que explicó además que su país “está frustrado por la falta de voluntad política” del Gobierno de Venezuela “para abrir las puertas a una solución democrática”.
En ese aspecto, el jefe de la diplomacia ecuatoriana apuntó que “solo una estabilidad democrática en Venezuela producirá una estabilidad económica (…) que evite la continuación del éxodo masivo”.
Valencia aclaró además que la salida del ALBA responde únicamente a una “posición de principios” y “no está alineada con ningún grupo particular”.
El ALBA, fundada en 2004 a instancias de Venezuela, tiene entre sus miembros a Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Granada, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y hasta ahora Ecuador.
“Que el Ecuador no participe en el ALBA tiene relación con la posición de principios de Ecuador, no se alinea con ningún planteamiento político de la región sino con su postura de principios”, insistió.
Asimismo, Valencia recalcó que la voluntad política para corregir la situación en Venezuela es principalmente del Gobierno de ese país, y aunque “todos los actores deben concurrir”, el Gobierno “siempre tiene mayor responsabilidad porque es quien maneja el poder”. Para el ministro, esta crisis “provocada por el problema interno que vive Venezuela es una consecuencia que apela a la humanidad de todos”, por lo que Ecuador continuará apoyando a los inmigrantes que lleguen desde ese país.
De paso, el funcionario ratificó que Ecuador mantendrá la exigencia de pasaporte a los venezolanos como una medida para garantizar una migración regular y ordenada.
De acuerdo con datos de la cancillería, 80% de venezolanos que ingresan a este país lo hacen con pasaporte, por lo que la medida afectaría únicamente a 20% de migrantes, que en la mayoría de casos se arriesgan a avanzar de forma irregular con el objetivo de llegar a Perú o a Chile. La ley ecuatoriana no permite la deportación ni considera a los extranjeros como irregulares, sea cual sea su condición migratoria.
Sin embargo, Ecuador insta a los venezolanos a regular su situación dentro del plazo de 180 días establecido en la Ley de Movilidad Humana.
Entre enero y agosto ingresaron a territorio ecuatoriano 600.000 venezolanos, de los cuales 30%, unos 180.000, permanecen en este país.
A inicios de agosto se registró una afluencia diaria de 4.200 personas por los cuatro puntos fronterizos, aunque ese número se fue reduciendo en los últimos días.