En primer lugar, un saludo fraternal al Dr. Saavedra y mi agradecimiento, desde el corazón, por darme la oportunidad de compartir mi apreciación por su libro Awqa Pacha. Asimismo, saludo a los señores Emilio Tancara, Oscar Coca, Fernando Untoja y señora Elizabeth Andia, y a todos los invitados y público en general.
- De Nkrumah, la concepción de la África Una y Unida, que obtiene su fuerza de la ciencia y la tecnología modernas y de la creencia africana tradicional de que el libre desarrollo de uno mismo está condicionado por el libre desarrollo de todos.
- De Lumumba, un pensamiento apoyado en tres pilares fundamentales: la justicia, la independencia y la libertad. El congolés soñaba con un África unida en el desarrollo, con combatir la injusticia social y con la cooperación entre países para la educación. Devolver las riquezas del continente al pueblo africano, decía, era su más profundo sueño.
- De Fanon, el abordaje lúcido y revelador de las relaciones de sujeción que, por su condición de raza, sufren los pueblos oprimidos, y cómo la interiorización de las formas extrañas de vida afecta y compromete sistemáticamente las formas de pensar, sentir, decir y hacer sus vidas. De Fanon pues se infiere la lógica del sometimiento, las razones del complejo proceso del ciclo de enajenación y las razones del «blanqueamiento cultural» que el dominado ejercita «voluntariamente» en la configuración de su subjetividad. Y lo más importante, la necesidad de construir la emancipación mediante la toma de una conciencia lúcida y crítica.
- De Said, el planteamiento por alcanzar soluciones de compromiso, a través de todo tipo de iniciativas: desde las abstracciones puramente intelectuales hasta la toma de posiciones concretas, desde un activismo político decidido, hasta el simbolismo renovador en la creación de entidades culturales mixtas.
- De Bhabha, abandonar los convencionales sistemas de clasificación humana de clase o género para acercarnos a otras realidades, lo que llama in-between (“espacios entre-medio”), donde aparecen nuevas identidades: ya no hay blancos y negros, latinos y americanos, sino híbridos que originan una “realidad Otra”. Es en ese espacio intersticial: “entre-medio”, que es donde se configura el espacio político. Pero para Bhabha el nuevo discurso debe construirse desde el campo de la diferencia cultural, no la diversidad cultural, que obliga a revisar pasado y presente, tradición y modernidad, tanto de dominados como de dominadores, y así poder establecer un auténtico debate crítico.
- Plantear la construcción de una agenda insurgente.
- Posicionar-se en contra de las políticas de asimilación.
- Proponer una perspectiva teórica, política y epistémica disruptiva respecto a la persistente matriz moderno-colonial.
- la lucha contra la persistencia y tenacidad del colonialismo interno,
- la emergencia y consolidación del movimiento katarista, como la superación del indigenismo y el indianismo, por ser ambos reduccionistas.
- la refundación del Estado Plurinacional
- el desarrollo de una auténtica democracia intercultural a partir de la revalorización y restablecimiento de las prácticas y lógicas de la democracia consensual andina.
- el hacer operativa la amplia gama de las representaciones socio-políticas y abrir múltiples vías de representación y participación en el sistema político.
- la complementariedad de dos dimensiones sociales: el fortalecimiento de la conciencia de clase y la identidad nacional cultural de los pueblos y naciones andinos.
- la crítica constante a dos concepciones equivocadas (como él llama): 1) el marxismo, por el reduccionismo a la lucha de clases y el economicismo, 2) las corrientes indianistas que reducen las causas del problema a lo étnico.