La entidad reitera la necesidad de generar condiciones atractivas para la inversión extranjera.
Hoy, 25 de junio, se conmemoran los 100 años del inicio de la producción de hidrocarburos en Bolivia. Una fecha propicia para ratificar el compromiso del sector privado con el desarrollo hidrocarburífero del país, pero también para expresar la necesidad de generar condiciones adecuadas para la inversión en exploración y producción.
Un día como hoy, pero de 1924, inició sus operaciones el primer pozo productor de petróleo, el Bermejo-2, que en la actualidad registra una producción promedio de 37 barriles por día (Bbld). De acuerdo a datos oficiales, hasta marzo de este año, produjo 876.201,64 barriles (BBL) equivalente a 139.304.669,57 litros.
Ubicado en la serranía El Candado, en la provincia Arce del departamento de Tarija, este pozo marcó el inicio de una actividad que ha sido determinante para el desarrollo de Bolivia y donde ha sido importante la presencia de la inversión privada.
Desde la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), expresamos nuestra preocupación por la progresiva caída de la producción de gas, y ratificamos nuestra disposición a coordinar e impulsar el trabajo conjunto entre los sectores público y privado, para avanzar en la ejecución de los proyectos que están en desarrollo y continuar en la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio, que redunden en beneficio de la sociedad boliviana.
Hoy el sector enfrenta una situación crítica. No obstante, las empresas están cumpliendo con sus contratos y están desarrollando diferentes proyectos y mejoras con el objetivo de mitigar la declinación natural de los campos y sumar nuevos volúmenes a la producción. También hay importantes esfuerzos de YPFB. Sin embargo, aún si los resultados son positivos, no son suficientes para aumentar sustancialmente la oferta de gas natural, que está por debajo de los 40 millones de metros cúbicos diarios.
Desde 2006, Bolivia ha generado una renta petrolera de aproximadamente 48.000 millones de dólares. Sin embargo, ésta se va reduciendo en los últimos años debido a diversos factores, entre ellos la caída de la producción y, por ende, la cada vez mayor participación proporcional de los volúmenes destinados al mercado interno, cuyo precio está muy por debajo de los precios de exportación. Esta ecuación implica que, a medida que más cae la producción, es menor el precio que se paga por ella y, por lo tanto, son mayores los esfuerzos que se requieren para hacer atractivas las nuevas inversiones.
La ausencia de nuevos proyectos no permite vislumbrar descubrimientos y desarrollos en el mediano plazo. Lo que se está haciendo, se enmarca fundamentalmente en los contratos que fueron firmados en 2007, en el marco del decreto de nacionalización y la actual Ley de Hidrocarburos. Estos contratos irán concluyendo progresivamente hasta mediados de la próxima década.
Por ello, el país debe brindar condiciones para la inversión en exploración y producción, a través de cambios normativos, que posibiliten un equilibrio entre la factibilidad técnica y el riesgo económico. Sólo la atracción de inversiones a gran escala, podría permitir una recuperación que redunde en beneficio de todos los bolivianos.
De esta forma, el país contará con mayores volúmenes de gas para cubrir el mercado interno, aumentar su oferta al mercado externo y lograr mayor competitividad, lo que se traduce en mejores precios. Además, es esencial para la búsqueda de nuevos mercados, sin los cuales, no es factible proyectar el negocio en el mediano y largo plazo.
La CBHE ratifica su compromiso y el de sus asociadas para trabajar en el desarrollo del sector hidrocarburífero en Bolivia, con la certeza de que existen condiciones geológicas para prolongar por muchos años la actividad que hoy conmemora sus cien años.