El CENACA, reunió a productores de caña de azúcar de la comunidad San Juan de los Amarillos del municipio de General Saavedra. El sector se mostró muy complacido por los resultados, en sus tres líneas de investigación que desarrolla la unidad dependiente del INIAF (Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal).
El Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT), a través del Centro Nacional de la Caña de Azúcar (CENACA) dependiente del INIAF, en el contexto de sus tres líneas de investigación que viene desarrollando, reunió al menos a 50 productores cañeros del municipio de General Saavedra, ubicado en el norte cruceño, en el que los técnicos dieron a conocer la importancia de tener semillas “termo tratadas”, libres de enfermedades y de buena calidad, con el propósito de generar mejores rendimientos y mayor población en campo en la producción de la materia prima del azúcar, alcohol y otros derivados.
Pese a que las inclemencias del tiempo evitaron llevar adelante el “Día del Campo Demostrativo”, los pequeños productores de la caña de azúcar se dieron cita en la comunidad de San Juan de los Amarillos. A su turno, los técnicos del CENACA, dieron en calidad de información el desarrollo de sus tres líneas de investigación inherentes a: fertilización orgánica e inorgánica, desarrollo de nuevas variedades y uso de semillas de buena calidad.
Hans Mercado, director y responsable del CENACA, dio a conocer sobre el trabajo científico desarrollado referente a la recuperación de variedades de la caña de azúcar que, en otros momentos en la zona productiva, dieron muy buenos rendimientos en campo, en un contexto donde el agricultor sigue ‘materiales’ (semillas) muy antiguos. Este hecho, dice el experto, pone en riesgo al agricultor que estas variedades puedan “romper resistencia” ante la presencia de enfermedades que puedan ser incontrolables.
“Ante las inclemencias del tiempo, hemos tenido que postergar el evento (día del Campo Demostrativo) para la próxima semana, sin embargo, hemos logrado desarrollar nuestra actividad programada, dando a conocer a los productores cañeros la importancia de tener semillas de calidad y libre de enfermedades. En el tema del uso de semilla de buena calidad se tiene el resultado sobre las variedades que han sido recuperadas, como fruto de la investigación y trabajo en laboratorio que ha realizado el CENACA”, informó Mercado.
A su vez, Iver Gonzales, técnico e investigador del CENACA, refiere que al ser la caña de azúcar un cultivo rústico, no es visible las enfermedades que conlleva. Necesariamente se lo detecta análisis de laboratorio, más aún cuando el agricultor sigue con la vieja costumbre de no renovar su cañaveral, cuya data en algunos casos ha superado los cinco cortes anuales. Esté hecho, que ya parece un hábito, en el agricultor, hace que de pronto, los rendimientos productivos sean cada vez más bajos, dado que no se hace trabajos de fertilización del suelo, renovación de variedades, entre otros.
Otros técnicos, ante la presencia incluso del alcalde del municipio de Saavedra, enfatizaron en la importancia de que el agricultor, casi de manera permanente, tenga semillas certificadas por la autoridad competente y que las mismas, además, estén verificadas en un laboratorio. Todo ello implicará, tener mejores rendimientos productivos y así tener sector productivo optimo que genere mejores ingresos para sí mismo y asegure la seguridad alimentaria del país.
El CENACA, en los últimos siete años, ha venido implementando los trabajos de investigación en su centro experimental ubicado en el municipio de Fernández Alonso y la instalación de dos laboratorios instalados en su oficina nacional de la ciudad de Montero. Por su parte los productores de la caña de azúcar, en su mayoría pequeños, recibieron satisfechos la información proporcionada por los técnicos de esta institución técnico-científica.
Gerardo Montaño, pequeño productor de caña de San Juan de los Amarillos, cuya propiedad no pasa de 20 hectáreas, menciona que es una alegría tener la presencia de un brazo técnico, dado que la mayor inversión a realizar es con los fertilizantes y los agroquímicos, lo cual imposibilita hacer renovar adecuadamente su caña de azúcar. “Nosotros como pequeños, no siempre tenemos las herramientas con que cuentan los grandes productores. El CENACA recién se está dando a conocer sobre todo en variedades de la caña de azúcar y a nosotros eso es lo que más nos interesa saber”.
Wilson Luizaga, uno de los 100 socios de la Cooperativa Guadalquivir de San Juan de los Amarillos, refiere a que es importante la asistencia técnica para que los pequeños productores tengan buenos resultados en la producción de caña de azúcar, dado que solo fertilizar implica una inversión de casi 100 dólares por hectárea. “Mayormente los productores cañeros sufrimos de sequía y en momentos de fuertes inundaciones, a eso tenemos que invertir y para ello necesitamos apoyo técnico dado que eso nos permitirá hacer adecuados procedimientos y evitar gastos insulsos. Pese a ello, nosotros hacemos lo imposible por fertilizar y es muy interesante que el CENACA venga a asesorarnos y capacitarnos para una buena producción”, argumenta.
Los pequeños productores de hoy, en su mayoría son herederos de migrantes de occidente y sur del país que un día arribaron al norte cruceño en calidad de zafreros (cortadores de caña). Es el caso de Paúl Aquino, heredero que produce caña desde sus 14 años, menciona que normalmente la gran dificultad con el que tropieza son los constantes efectos climatológicos que no les permite desarrollar una adecuada cosecha de caña. “Para todo ello necesitamos el apoyo y asistencia técnica. Instituciones como el CENACA, son bienvenidos para que ellos mismos en el campo puedan brindarnos soluciones tecnológicas adecuados, lo cual nos ayudará a producir caña con mejores rendimientos”, apuntó.
Actualmente el promedio de los rendimientos productivos de la caña de azúcar en el país no pasa de 55 toneladas por hectárea; sin embargo, hay productores pequeños que han logrado tener resultados mucho más altos. Es el caso de Nilo Jurado, tarijeño de nacimiento y pequeño productor, socio de la Unión de Cañeros UNAGRO, que en los últimos años gracias a un trabajo de fertilización permanente con urea ha logrado alcanzar un promedio de 90 toneladas por hectárea.
No obstante, el agricultor, confiesa que los campos productivos de la caña de azúcar hoy más que antes lucen muy agotados, debido a que el agricultor no ha tenido el hábito no solo de renovar su cañaveral sino de mejorar el suelo. “Yo estoy desde 1981 cuando llegué en calidad de zafrero y desde 1985 empecé con tres hectáreas de caña. Por entonces se producía bastante bien, no había que hacer mayor inversión y los rendimientos estaban en un promedio de 120 toneladas por hectárea. Ese hecho ha cambiado rotundamente, dado que el suelo se ha debilitado, para eso necesitamos asistencia técnica permanente, dado que si no le fertilizamos seguiremos con 50 toneladas, pero yo gracias a ese trabajo he logrado 105 toneladas por hectárea en la última zafra (2022)”, finaliza.
En el cierre del encuentro del CENACA, el alcalde Rolando Oño, alcalde del municipio de Saavedra, celebró la presencia de esta institución. El momento fue propicio para que la autoridad pueda anunciar el interés de la sesión de al menos 30 hectáreas disponibles para que el Centro Nacional de la Caña de Azúcar pueda instalar en la zona otro nuevo centro experimental y con ello brindar soluciones tecnológicas oportunas a los productores cañeros.
“Es muy importante que el CENACA a través del INIAF pueda realizar nuevos centros experimentales en los campos de General Saavedra (municipio), estamos dispuestos a realizar un convenio en ese sentido. Justamente nuestros productores, cada vez requieren más investigación y asistencia técnica a objeto de mejorar la calidad y rendimiento de la producción de la caña de azúcar”, finalizó.