Los bonos bolivianos denominados en dólares vieron su mayor caída en casi seis meses luego de que el ex presidente Evo Morales dijera que se presentará como candidato en las elecciones presidenciales de 2025. Ello agrega incertidumbre a un país en el que los inversores ya están preocupados por la merma en las reservas de oro.
Los bonos más líquidos del país, que vencen en 2028, cayeron más de dos centavos por dólar a alrededor de 58 centavos, uno de los peores rendimientos de los mercados emergentes.
Los papeles ya venían cayendo en los últimos meses, al tiempo que el banco central vende reservas de oro para evitar que su moneda se deprecia.
El actual presidente de Bolivia, Luis Arce, fue ministro de Economía durante gran parte de los 14 años de mandato de Morales, pero las relaciones entre ambos se han deteriorado en los últimos años. El partido socialista en el poder está ahora dividido entre los partidarios de Arce y los leales a Morales, y cada bando acusa al otro de corrupción.
Morales, de 63 años, anunció el domingo en la red social X su intención de presentar su candidatura. En su declaración, Morales acusó al gobierno de Arce de intentar marginarle políticamente, incluso implicándole falsamente en casos de corrupción.
Arce, de 59 años, un economista educado en el Reino Unido, es ampliamente considerado como menos radical que su mentor, y más abierto a la inversión extranjera.
Arce ganó las elecciones de 2020 de forma aplastante con el respaldo de Morales, y muchos bolivianos habían asumido que el ex presidente ejercería mucha influencia sobre su protegido. Pero Arce se negó a ser la marioneta de nadie y rechazó algunas de las peticiones de Morales en temas como los nombramientos ministeriales, y ambos se enemistaron.
Los peores rendimientos
Los bonos bolivianos han provocado pérdidas a los inversores de más del 17% este año, el peor rendimiento de la deuda soberana en el mundo en desarrollo, según un índice de Bloomberg.
La nación se ha visto abocada a problemas desde que los precios de sus exportaciones de gas natural cayeron en 2015, convirtiendo un superávit por cuenta corriente en un amplio déficit y obligando al banco central a gastar sus reservas para defender la paridad de la moneda de alrededor de 6,9 por dólar.
“El país se ha encaminado hacia una crisis de balanza de pagos perfectamente predecible en cámara lenta”, afirmó Carlos de Sousa, inversor de Vontobel Asset Management AG en Zúrich.
El país sufrió un pánico financiero en abril, cuando el banco central se quedó prácticamente sin dólares. La crisis remitió después de que un cambio en la ley permitiera al banco vender sus reservas de oro, pero los mercados se alarmaron por un informe de este mes que mostraba que el banco se había quedado con sus últimas 26 toneladas del metal, cerca de un 40% menos que en abril.
Algunos inversores están perdiendo la confianza en los bonos del país, según EMFI Group Ltd, que recientemente cambió su recomendación de “mantener” los bonos soberanos del país a “vender”.
Aunque un impago no es probable a corto plazo, el rendimiento actual no es lo suficientemente atractivo dados los riesgos, escribió el estratega de EMFI Matias Bensousan en una nota de septiembre.
Bloomberg con la colaboración de Sergio Mendoza.