Una prensa libre es un rasgo definitorio de un país libre así como la censura es un rasgo definitorio de un gobierno autoritario. Una democracia moriría sin prensa libre y un gobierno autoritario no sobreviviría sin censura. En esta perspectiva, los países democráticos garantizan en sus constituciones una trilogía determinante del sistema democrático: libertad de expresión, libertad de prensa y derecho a la información.
La libertad de expresión corresponde al ciudadano y la libertad de prensa, al periodista. En tanto, el derecho a la información es la suma de aquellas libertades, pues, si el periodista carece de acceso libre a las fuentes públicas obligadas a brindar información, el ciudadano no podrá cristalizar su derecho a informarse. Por tanto, difícilmente podrá participar en las decisiones públicas, ya sea de forma directa o mediante la formación de corrientes de opinión.
Este precepto democrático quiere decir: periodistas y medios de comunicación sin censura, pero no sin límites. La censura es una “limitación previa” de lo que se publica por orden ilegal del poder político legalmente establecido o de poderes fácticos (organizaciones religiosas, propietarios de medios, partidos políticos, bandas de criminales y otros grupos organizados).
En cambio, los límites son legales y están orientados a garantizar el buen servicio por parte de medios de comunicación y periodistas al sujeto universal del derecho a la información: el ciudadano. También están destinados a evitar medios y periodistas poderosos e impunes porque, en una democracia, no puede haber instituciones privadas o personas que administran bienes públicos (información, opinión, frecuencias) exentos de vigilancia social.
El proyecto “La libertad de expresión como mecanismo principal para el ejercicio de nuestros derechos”, respaldado por Unitas e implementado por RimayPampa, tiene como meta, precisamente, facilitar la vigilancia social del trabajo de los medios y examinar el estado de la libertad de expresión, de la libertad de prensa y del derecho a la información en Bolivia en siete reportajes sobre hechos que afectaron el ejercicio real de la trilogía jurídica mencionada.
La información es la herramienta que facilita la vigilancia y evaluación sociales de las instituciones que construyen la esfera pública. La información genera ciudadanos libres y transparencia. Y la transparencia es democracia. Y la democracia es participación. En cambio, el autoritarismo es opacidad. Y la opacidad es propaganda. Y la propaganda no erige ciudadanos libres capaces de participar en tema comunes, sino seres sometidos.
El proyecto “La libertad de expresión como mecanismo principal para el ejercicio de nuestros derechos” produce información sobre el estado de la libertad de expresión en Bolivia porque la democracia requiere: 1) ciudadanos libres capaces de autogobernarse; 2) medios sin censura, pero no sin límites; 2) medios diversos y plurales; y 3) periodistas fidedignos.