La última oleada de cierres ha tenido lugar esta semana. Casi todas las cuentas estaban asociadas a la Internet Research Agency, la conocida fábrica de trolls de Internet rusa. Hasta ahora, el juego se ha limitado a la creación de cuentas de propaganda y a su eliminación, cuando han sido descubiertas, por parte de las redes sociales. Pero parece ser que Rusia se está replanteando su estrategia.
El Kremlin quiere llevar la batalla a las redes sociales a territorio ruso. La organización encargada de la privacidad en Rusia, llamada Roskomnadzor, ha interpuesto una demanda contra Facebook y Twitter. Con ella, pretenden que las redes sociales guarden la información sobre los usuarios rusos en servidores ubicados en Rusia.
De no hacerlo, podrían enfrentarse a multas e incluso al bloqueo. De hecho, no es la primera vez que Rusia bloquea un servicio de comunicación. Telegram fue prohibida en el país después de que se negara a otorgar las claves de desencriptación de los mensajes de los usuarios.
Existe la posibilidad de que este movimiento de las autoridades rusas sea la respuesta al reciente cierre de 500 páginas de Facebook vinculadas al Kremlin, movimiento calificado de maniobra política por los medios de comunicación rusos. En cualquier caso, desde Facebook o Twitter no se han pronunciado al respecto.
Rusia no es el mercado principal de estas redes sociales, pero aún así, es posible que ante la amenaza de un bloqueo, ambas empresas decidan ceder a la presión de las autoridades rusas. Sea como sea, la amenaza si no llevan los datos de los usuarios a servidores en el país, está ahí.