Unicef
Desde el inicio de la pandemia y hasta diciembre del 2020, más de cuatro mil niños de los nueve departamentos, y 14.675 mujeres de todas las edades llamaron al Call Center Familia Segura de Unicef para denunciar maltratos físicos, psicológicos o verbales en sus entornos familiares, pero también pidieron apoyo emocional para sobrellevar el estrés generado por la cuarentena y el encierro producto de la pandemia.
El Call Center inició su labor a fines de abril de 2020 con el objetivo inicial de prevenir actos de violencia en las familias bolivianas, mitigar las presiones psicológicas y atender con profesionales del área los conflictos emocionales que se generaban sobre todo en las personas mayores a causa de la cuarentena rígida y otras medidas que tenían por objetivo prevenir el contagio del Coronavirus, y así evitar que ejerzan violencia y desahoguen sus frustraciones personales o económicas en sus parejas e hijos.
En la tipología de atención el 48% fueron casos de violencia, 34% contención emocional. Lo que sería una señal que confirma el impacto de la enfermedad no como patología sino en la seguridad emocional en los entornos familiares y personales.
“Paulatinamente durante los 11 meses de trabajo del Call Center, se fueron incrementando las llamadas de niños, adolescentes y jóvenes y fueron ellos quienes más recurrieron a este apoyo emocional, ya que del total de atenciones, más de la mitad, es decir, 12 mil personas fueron personas menores a los 25 años, explicó Virginia Pérez, oficial de Unicef para la protección de la Niñez y Adolescencia.
“Cabe destacar que también padres y madres de familia se comunican con la línea, con la finalidad de prevenir posibles actos violentos hacia sus parejas e hijos, reconociendo que la situación actual les genera altos niveles de estrés”, complemento la psicóloga Georgina Romero que está a cargo del equipo de profesionales que atienden las llamadas telefónicas.
Durante la gestión 2020 el Call Center recibió en total 21.575 llamadas, pero además de convertirse en un importante canal de expresión de la niñez, quienes más llamaron a Familia Segura fueron los adolescentes, 5.178 personas de entre 13 a 18 años de edad acudieron a este servicio de atención psicológica-social, constituyendo el 24% del total de atenciones brindadas. De esa forma, niños y adolescentes hasta los 18 años suman el 43% de las personas que denunciaron maltratos o buscaron apoyo emocional en el contexto de la pandemia del COVID-19.
Regionalmente, del total de llamadas, el 41% se generó en el departamento de La Paz (8.846 llamadas), 25% en Santa Cruz (5.394) y 15% en Cochabamba (3.236); los seis departamentos restantes suman 19%. Por género, la cantidad de varones, de todas las edades, que llamaron fueron 38%, mientras que las mujeres suman el 62%; lo que se traduce en un mayor porcentaje de mujeres que sufrirían los distintos tipos de violencia tanto psicológica, emocional, física y que buscan apoyo psicológico, principalmente con la finalidad de mitigar su sufrimiento emocional, ansiedad generada por la situación, estrés, depresión entre las características más sobresalientes. En casos extremos existieron intentos e ideas suicidas, momento en que solicitan apoyo a la línea gratuita.