Por: Diego Katari
- La sociedad no tolera caudillos (Evo) y opta por la renovación, así sea dentro del mismo partido (Arce-Choquehuanca).
Esto explica por qué Arce (53% aprox.) consigue más votos que Evo en 2019 (47,08%). Claro, a ello se suma la desastrosa gestión del gobierno transitorio que devolvió al imaginario de la sociedad los 20 años del neoliberalismo.
- No puede haber gobierno sin protagonismo indígena-campesina (Mesa-Pedraza)
En los discursos y las acciones de “Comunidad Ciudadana” (CC) nunca se escuchó mensajes hacia los indígenas, los campesinos, los obreros, servidores públicos, muchos de ellos maltratados y sometidos durante los gobiernos de Morales.
Puede que dentro de sus candidatas y candidatos a legisladores de CC haya existido indígenas, pero no fueron visibilizados.
Mesa y Pedraza no comprendieron la nueva Bolivia donde los indígenas y campesinos no solo necesitan ser representados (como lo fue hasta ahora) sino que es necesario que tengan libertad de pensamiento y acción, es decir; ser protagonistas.
- Ser revoltoso no es sinónimo de ser presidenciable (Camacho-Pumari).
En los últimos 30 años, encabezar movilizaciones o conflictos sociales fue sinónimo de ser presidenciales; pasó con Alejo Veliz, Felipe Quispe, Evo Morales, Marco Pumari y Fernando Camacho. Evo es el único que logró su objetivo de llegar a la Presidencia.
Más allá de lo justo o no de las movilizaciones que protagonizaron, está claro que las masas movilizadas no son sinónimo de voto para sus líderes coyunturales. Si las masas movilizadas fueran sinónimo de voto, entonces Pumari hubiera logrado unos 150 mil votos en Potosí (C-33 y C-34), pero apenas ronda los 5mil en todo el departamento.
- La sociedad tiene una alta cultura democrática y en el voto expresa lo que realmente quiere y no en marchas o protestas.
El momento del voto la gente realmente expresa lo que quiere, y descarga todas sus frustraciones, rabia, esperanza y sueño. Entonces, está claro que la gente movilizada no es toda la sociedad y tampoco expresa lo que realmente quiere el común de la población.
Las predicciones de masiva excusa de jurados y altos índices de ausentismo ciudadano no solamente fueron falsas sino contrarias. Pues de los aproximadamente 205mil jurados designados (sorteados) menos de 11mil se excusaron y la participación ciudadana, el día de la votación, superó el 87%, una de las más altas de los últimos años.
Los jurados electorales asumieron su importante y delicado rol de administrar la voluntad de sus compatriotas. Trabajaron más horas que en procesos anteriores (06:00 a 21:00 aprox). Mientras los ciudadanos acudieron a emitir su voto desde muy tempranas horas de la mañana a pesar del asecho de la pandemia.
- Es momento de ver en acción al “mejor ministro”, pero la gente seguirá viviendo de su trabajo.
Hay nuevo gobierno, aunque sean personas del mismo partido que gobernó 14 años seguidos, Sin embargo, desde hace mucho, y ahora mas que nunca, le persigue una oscura sombra de un ser que no acepta su realidad y comienza a malograr a los futuros nuevos gobernantes. En el fondo quizá quiere que Arce-Choquehuanca fracasen en su gestión para que la “gente pida su retorno llorando” como él mismo se cuenta.
Arce-Choquehuanca necesitan construir su propio camino; con inclusión social, austeridad económica, valoración de la capacidad humana antes que la afinidad política, sancionar la corrupción, narcotráfico y contrabando. Que no les quiete el sueño la ambición de controlar los órganos del estado y las fuerzas del orden. Mejor se actúa en libertad que en “prisión”.
Mientras los nuevos gobernantes hagan lo suyo, la ciudadanía deberá seguir trabajando, ganándose el pan del día con sudor de su frente.
La ciudadanía ha asumido que estamos en crisis, quizá sabe que en el 2021 no habrá incremento salarial, pero también sabe que necesita estabilidad laboral y oportunidad de trabajo, así sean solo para sobrevivir.
Entonces este es el momento de ver en acción a quien se dice que “fue el mejor ministro de economía del continente”. El mejor momento para ver al mejor, es cuando hay crisis o dificultades.