Gonzalo Cardozo Alcalá tiene una mirada vivaz y esférica, vivaz porque escanea tu ser en un tris y esférica porque sus ojos giran con la velocidad de la curiosidad. En Oruro, lo llaman el Tata Gonzalo y es muy conocido por dos razones: porque convirtió su casa en un museo y porque entregó su corazón a los amigos. A este hombre que da forma esférica a las piedras y las regala a los visitantes le creció el corazón; uno que no sabe de medicina puede deducir que ese crecimiento es resultado de su amor a la humanidad, pero no, es un mal que pone en peligro su vida. Y necesita tu ayuda.
Una casa, un museo
“La piedra y el planeta tierra nacen el mismo día, entonces digo la piedra tiene la memoria del planeta. Las piedras nos están hablando, nos están diciendo es tiempo que escuchen con los oídos del corazón, que la sientan con todos los sentidos para decirle: tierra te quiero. Si dijéramos te quiero, tal vez cambiaríamos de actitud sin pensar que este espacio de la tierra es sólo prestado”, señaló el Tata Gonzalo.
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