El excomandante en Jefe de las Fuerzas Armadas (FFAA), Williams Kalimán, no quiso decir dónde está exactamente, pero aseguró que no dejó Bolivia. “No tengo porque huir”, agregó, e hizo tres afirmaciones: 1) no hubo Golpe de Estado contra el expresidente Evo Morales; 2) las FFAA sugirieron a Morales renunciar para salvar vidas y la democracia; y 3) no incumplí deberes.
En una entrevista con la Red ATB, Kalimán preguntó “¿cómo yo pude haber incumplido mis funciones?” y él mismo se respondió: “Nosotros movilizamos (la mañana del 10 de noviembre) aviones y satinadores en Challapata (Oruro) apenas nos enteramos que había grupos armados (que disparaban contra los buses de mineros que viajaban de Potosí a La Paz)”.
Según una publicación de Página Siete, el excomandante en Jefe ordenó a las FFAA salir a patrullar las calles presionado por el mando militar. Una fuente castrense reveló que generales del Estado Mayor increparon a Kalimán por su extrema pasividad y obediencia a Evo Morales.
“Kaliman respondió que la Policía aún no había sido rebasada y que además esperaba órdenes de Zavaleta (ministro de Defensa)”, informó Página Siete el pasado 1 de diciembre.
Aquella réplica encolerizó al general de Ejército Grover Rojas que se paró frente al exjefe militar y le espetó: “En este momento debe convocar a una conferencia de prensa y ordenar que los soldados salgan a proteger al pueblo. ¡¿No ve que el pueblo está llorando y usted viendo televisión?!”.
El excomandante de las FFAA contó su propia versión. Dijo que se reunió con el comandante de la Policía, Vladimir Calderón, la noche del lunes 11 de noviembre a eso de las 19:20 y ordenó de inmediato el plan Sebastián Pagador para evitar la toma de instalaciones de YPFB y el corte de agua potable por parte de vándalos.
La noche del domingo 10 de noviembre, horas después que renunció Morales, grupos afines al Movimiento al Socialismo (MAS) quemaron 64 buses Pumakatari de la Alcaldía de La Paz, casas particulares e infraestructura policial. Estos hechos causaron terror en la sociedad boliviana que pidió a las FFAA a salir a patrullar las calles.
“Nosotros, el mando militar, hemos actuado dentro del marco constitucional y la ley; primero: cuidar la vida de los bolivianos, evitar el enfrentamiento, traer paz a Bolivia y mantener la democracia”, aseguró Kalimán.
En su criterio, hubo retraso en la movilización castrense porque había un vacío de poder entre la tarde del domingo 10 y la noche del lunes 11 porque las tres autoridades de la línea de sucesión constitucional habían renunciado.
“Las Fuerzas Armadas pueden salir a controlar (las calles) cuando la Policía haya sido rebasada con la firma de un decreto (Art. 8.b Ley Orgánica de las FFAA). Nosotros lo hicimos (sin decreto) porque había un bien jurídico mayor: la vida”, dijo.
Sugerencia a Morales para renunciar
La mañana del domingo 10 de noviembre, horas después que la OEA informó que el gobierno del MAS cometió fraude en las elecciones del 20 de octubre, el Mando Militar de las FFAA sugirió a Morales renunciar. ¿Por qué lo hizo?
“Hicimos un análisis de inteligencia y la situación estaba entrando a un punto de no retorno. Consideramos que iba a haber un enfrentamiento mayor si eso no sucedía. Entonces, nosotros nos apoyamos a la Ley Orgánica de las FFAA que nos indica que podemos hacer esa sugerencia a la autoridad superior que corresponda”, respondió.
El artículo 20, inciso b, de la Ley Orgánica de las FFAA establece que las atribuciones y responsabilidades del Alto Mando Militar son: “Analizar las situaciones conflictivas internas y externas para sugerir ante quien corresponda las soluciones apropiadas”.
En opinión de Kalimán, la sugerencia de renuncia del entonces Capitán General de las FFAA, Evo Morales, tuvo el objetivo de mantener la paz de Bolivia.
No hubo golpe
“En ningún momento fue un golpe de estado”, aseguró.
Kalimán explicó que la sugerencia no fue realizada con armas y añadió que ningún militar salió en ese momento a las calles y ningún militar tomó el mando del Estado. “Solamente hicimos lo que teníamos que hacer: cuidar la vida y la democracia”, afirmó.
El exjefe castrense, que se declaró soldado del “proceso de cambio” ante el expresidente Morales, adelantó que se defenderá de la querella que lo sindica de haber incumplido deberes por no haber ordenado a los militares patrullar las calles de las ciudades la misma noche del “domingo de terror”.
“Bolivia sabe lo que ha sucedido. Nosotros no hemos actuado bajo ninguna presión. No hemos actuado en contra de la ley, no hemos dado ningún golpe de estado. ¿O usted ve algún militar o me ve a mí en el Palacio?”, dijo y agregó que no recibió 10 millones de bolivianos de parte del expresidente Evo Morales en respuesta a la acusación del abogado Omar Durán.