La Coca

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Es sagrada para algunas personas por todo el significado cultural que representa; pero también es sagrada para otras, dedicadas al narcotráfico, por todas las ganancias que les representa.
Figura en la Constitución, pero también figura en las convenciones internacionales en la lista de drogas.
Subió a un cocalero a la presidencia, mas también lo puede bajar del pedestal
Sirve para leer la suerte, adivinar el destino y consultar sentencias judiciales; pero también sirve, convertida en cocaína, para leer el triste futuro de millones de drogadictos y generar recursos corruptos para que los «narcos» compren a jueces e inclinen sentencias en su favor.
Hay un presidente que la defiende, pero también hay presidentes que la defenestran y quieren hacerla desaparecer.
Tiene virtudes medicinales como para curar dolencias y preservar la salud, pero también tiene virtudes narcóticas como para acabar con la salud de millones de jóvenes.
Fue utilizada por los cocaleros para presionar a los diferentes gobiernos hasta lograr un buen nivel de desarrollo occidental, hoy es utilizada por los mismos cocaleros para presionar a los pueblos indígenas a aceptar su forma de desarrollo capitalista.
Rinde muy bien económicamente porque se cosecha hasta cuatro veces al año, pero también rinde muy bien para los «narcos» que cosechan cocaína las mismas cuatro veces al año.
Ha sido la base simbólica de una consigna antiimperialista: “causachun coca, wañuchun gringos” (que viva la coca, que mueran los gringos estadounidenses, no los otros), pero también ha sido utilizada para otra consigna: “causachun coca, ganachun narcos” (que viva la coca, que ganen los narcos); y comienza a nacer una nueva: “wañuchun cocaleros oligarcas, causachun coca” (que mueran los cocaleros, que viva la coca).
Ha dado y da de comer a miles de familias, pero también se va comiendo plantaciones de naranja, mandarinas y hectáreas y hectáreas de la Pachamama, que sufre la violación de sus parques, sus áreas protegidas y la contaminación de sus ríos.
Sacó en pocos años de la pobreza a miles de cocaleros, pero enriqueció a muchos más narcotraficantes.
Sirvió para resistir la inhumana colonización de más de 300 años, ahora sirve para colonizar a otros pueblos que quieren preservar su cultura, su medio ambiente.
La coca no es cocaína (ya lo dijo el mirista Jaime Paz), pero sin la coca no hay cocaína (por eso encarcelaron a Oscar Eid, el mejor amigo de Jaime Paz).
La coca sirvió y sirve a los pobres para acullicar sus penas, resistir sus desgracias, pero también sirvió para ser masticados por las minas controladas por los invasores.
Es el principio de la fórmula secreta de la coca cola (la fábrica de la felicidad”), pero también es base de la fórmula no tan secreta de la cocaína (la fábrica de la infelicidad).
Parió a la organización boliviana más fuerte del siglo XXI, los cocaleros, pero también parió a las organizaciones de narcos más fuertes y capaces bélicamente de desafiar el poder de estados enteros.
Sirvió para que millones de personas aprecien a los productores de la coca en su lucha por su qato, hoy sirve para que esos mismos millones de personas desprecien a aquellos cocaleros.
Fue la causa de abusos de la DEA estadounidense a cocaleros, hoy es la causa de abusos de los abusados de la DEA a los pueblos indígenas.  
La coca no es cocaína, pero es la materia prima de la cocaína, si no me creen pregunten al presidente de las seis federaciones de cocaleros del trópico cochabambino y Presidente de Bolivia a dónde va casi el 100% de la coca del Chapare.
Ayudó a preservar la cosmovisión andina, ahora quieren utilizarla para acabar con la cosmovisión de los pueblos indígenas de las tierras bajas
La coca es buena, los malos son los que la usan con fines perversos.

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